"4,32 millones de personas con discapacidad,
más de 8.000 asociaciones luchando por sus derechos"
CERMIS Autonómicos
El CERMI de Castilla y León denuncia el retroceso de derechos que supone la utilización de personas con discapacidad en actividades de juego no legales
13/02/2014
El CERMI de Castilla y León (CERMI CyL) denuncia el retroceso que supone para las personas con discapacidad en la región su utilización en actividades de juego no legales y solicita a la administración competente que ataje estas prácticas, cada vez más habituales y perjudiciales para la imagen de estas personas.
CERMI CyL hace este llamamiento ante el crecimiento, al rebufo de la difícil situación económica, de la actividad comercial de algunas organizaciones como la OÍD que, abusando de la imagen de la discapacidad, realizan acciones de juego para las que no tienen concesión ni cobertura administrativa alguna, lo que convierte la actividad en no legal.
Esta organización ha ido implantándose poco a poco en todas las provincias de esta comunidad autónoma, ante la pasividad de las administraciones públicas, las cuales disponen de herramientas legales suficientes para atajar este grave problema social.
El sector de la discapacidad representado en el CERMI recuerda que las personas con discapacidad llevan mucho tiempo luchando por desarrollar su labor en plenitud de derechos (laborales, sociales y de imagen), que no pueden ahora verse manchadas y arrasadas por actividades que les sitúan fuera de la legalidad.
Por ello, denuncian lo incomprensible de actividades que puedan relacionar personas con discapacidad con la mendicidad, con actividades no legales o con modelos benéfico-asistenciales que ya han sido superados y piden a las autoridades que actúen en consecuencia y se muestran rotundos a la hora de atajar estas prácticas que afectan a su dignidad como ciudadanos.
Finalmente, alertan del riesgo para los consumidores de este tipo de productos no legales, que dejan a la población sin una mínima garantía de sus derechos como ciudadanos, al adquirir un juego no reconocido legalmente.